martes, 13 de agosto de 2013

Tener amos

No me gusta, nunca me ha gustado tener amos. No me gusta que me manden ni que me exijan ni que me digan cómo tengo que hacer mis cosas ni el qué. Pero me dejo a veces, como se dejaron domesticar los gatos algún día. Nunca he entendido cómo es que los gatos son domésticos si cuando caminan llevan el vaivén de la independencia irreparable. No sé cómo es que los gatos han decidido de repente ronronear cuando se les mima, pero sé que es la misma razón por la que yo.

domingo, 4 de agosto de 2013

Desvelo

Ella se desvelaba con él siempre. No juntos, más bien ella cuidaba el desvelo de él y eso derivaba en su propio desvelo. Y como resultado lógico, verdades dentro suyo perdían el velo, como ocurre siempre cuando sin quererlo o queriendo se queda uno despierto viendo alumbrar el cielo. La verdad de ser devota, por ejemplo, acoplada a los biorritmos de aquel hombre que a su lado sudaba caluroso el residuo inútil de las pastillas para dormir. La verdad de estar compartiendo una vida con él, la misma, como fetos de la misma madre. La verdad de la mezcla entre amor y apego que hizo que horas después al levantarse él, también ella lo hiciera preocupada por el desvelo, no por el propio, o mejor dicho sí, porque el de él de estar tan junto, había dejado de ser ajeno.

martes, 30 de julio de 2013

Constelaciones

Un post-it mental con sabiduría sistémica: La mujer sigue al hombre y el hombre sirve a la mujer. Punto.

sábado, 27 de julio de 2013

Esas palabras que maquillan el desprecio

Lo esconden pero no lo ocultan.

Niños

En el bosque de las bayas, dos niños perdidos e inexpertos. El uno las va comiendo todas, simple e ingenuo; el otro no come ninguna, receloso del por venir. Un paseante encontró sus cuerpos: el primero murió intoxicado, el otro, de inanición.

¿Cómo será?

A menudo me pregunto cómo vivirá la otra gente. Cómo será ser alguien distinto de mí, cómo se siente y se piensa y se está. Cuando voy por la calle me abruma ver tanta gente e imaginar a cada una con su propia historia y su manera única de ver, de percibirlo todo. Me siento pequeña y atrapada en mi morada, y me da tristeza de mi encierro tan lleno de mí y tan vacío de mundo.

miércoles, 17 de julio de 2013

Flor Carnívora

Era fétida la flor carnívora, y por eso la amó la mosca.

Riesgo

En esta fina línea, tambaleo. Un pié tras el otro. El corazón en la boca y la boca reseca.
De vez en cuando, la vida me ofrece una varita para mantener el equilibrio.

lunes, 24 de junio de 2013

Pequeña bailarina

Tras el fuego, salió a bailar, desnuda pero cubierta, seductora y torpe. Desde el rincón la miraban los ojos del fénix que por desconocer su naturaleza de ser en renovación, se creían muertos. Si se miraba en ellos, se veía la vida en forma de una pequeña bailarina rodeada del júbilo, la envidia, la tristeza, el desamparo, la frustración, la culpa, el cansancio, la admiración y el deseo que habitaban las pupilas. Todo era pura vida, aunque la bailarina bailara como en un cementerio. Todas las aparentes cenizas eran de resurrección y toda la danza era para a la vida, la nueva y la antigua, la reconocida y la que no.

martes, 18 de junio de 2013

De vuelta

Hay cosas que, creo en un hoy de ojos abiertos, me habría sido muy difícil aprender si no me las hubieran hecho de vuelta. Cosas sobre el respeto, sobre el amor, sobre la entrega, cosas en las que uno intuye, pero no sabe que está incorrecto hasta que no le arden en el propio cuerpo . Por más reflexivo o empático que sea el sujeto, la introspección no revela cómo son las cosas en otro pellejo... Por eso soy acólita, aunque aturdan, de las venganzas de la vida. De la manera particular que tiene este sistema de hacer su propia justicia en la que los crímenes no se pagan sino hasta que la lección ha sido aprendida, sin importar el número de cadenas perpetuas que tome llegar a ello. Hasta que no se aprende,el boomerang sigue regresando infinitamente, cada vez con mayor fuerza. Estas son las cosas que, creo en un hoy de ojos abiertos, dan mayor humildad en la vida.

Vergüenza

Poner la otra mejilla -algo que hago varias veces al día últimamente, por valor o por cobardía- a veces no sabe tanto a compasión como sabe a vergüenza, a vergüenza de esa que no trae humildad ni trae nada más que más vergüenza.

viernes, 7 de junio de 2013

Confrontamiento

Hay personas que prefieren estar con dios que hacer pareja. A menudo me pregunto si han elegido eso en parte porque dios no confronta como confronta aquel con el que se comparte la cama. No he elegido el camino de dios porque aun no termino de saber si lo haría por consagración o por cobardía. Por eso, y porque tampoco termino de ver claro que ese sea el camino en que se crece más, aunque el otro sea tan jodido.

La mujer que quiero ser

La mujer que quiero ser no se parece mucho a la que he querido ser hasta ahora, a la que quería ser hace poco. No se parece en casi nada. Ahora soy la mujer que quise ser, pero ahora quiero ser otra. Me agota el simple pensamiento de llegar a ser esa y entonces, querer ser otra con todo lo que eso implica en cuanto a proceso de refinamiento de qué es aquello en lo que quiero convertirme, de darle sentido a la transformación que de otra manera inevitablemente ocurre sin contar conmigo. Y en mi agotamiento no tengo más opción que confiar en que sin yo meter mi mano (demasiado), voy llegando a ser la mujer que quiero ser. Es decir, confío en que el camino no es de ida, sino de vuelta, y que ya he llegado, ya estoy aquí, a cada paso, ya he llegado, ya estoy aquí, ya he llegado.

Ideas erradas

Vengo descubriendo que tengo varias ideas erradas, lugares de mi consciencia que se quedaron en los años de infancia. Vetas profundas de mi inseguridad, de mi no sentirme suficiente, de hiper-romanticismo siglodiecinuevecino. Y voy descubriendo también que puedo tomar esas ideas erradas y llevarlas al corazón para mirarlas y decirles: "No te voy a reñir ni te voy a luchar, estás enana y desactualizada pero eres lo que hay y te dejo estar hasta que puedas crecer e irte". Tengo ideas erradas pero tengo amor, la única cosa que puede ayudarlas a crecer.

martes, 4 de junio de 2013

Alegría

"Ten alegría", me dijo ayer mi hermana, la mujer sabia que siempre tiene las palabras que necesito. Hoy me dijo lo mismo míster B, mi compañero y masajista de cabecera, después de vapulearme un buen. "Alégrate", dijo, después de regalarme dos horas de su tiempo para exorcizarlo con sus manos de oro de los dolores que lo maldicen. "Darle alegría a mi cuerpo", como Macarena, dicen. Darme alegría. Dármela, sin buscar razones, o mejor dicho, por ninguna otra razón más que el simple hecho de que la necesito, porque la necesito. Alegrarme, como escribiendo esto, sin más.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Cadena

Te digo lo que pienso de esa manera. Te digo lo que pienso de esa manera porque creo que estás ciego. Creo que estás ciego porque veo que no actúas como yo creo que deberías. Veo que no actúas como yo creo que deberías porque te juzgo. Te juzgo porque creo que tener la razón es importante. Creo que tener la razón es importante porque tengo miedo. ¿Miedo a qué? Miedo a no entender, miedo a estar perdida, miedo al vacío, miedo al miedo. Tengo miedo porque no confío. No confío porque no acepto. No acepto porque no tengo amor. No tengo amor porque no sé que lo tengo. No sé que tengo amor porque soy ignorante. Soy ignorante porque soy ignorante, porque soy humana, porque soy. No sé por qué soy, pero soy. Hay una parte de mí que no duda que soy. Esa parte de mí no es ignorante, ergo puede tener amor, ergo puede confiar, ergo puede aceptar, ergo puede ser valiente, ergo puede no tener la razón, ergo puede no juzgar, ergo puede ver, ergo...

Paradoja

Paradoja relacional: ¿Cómo, sabiendo que es tuyo, resolver el rompecabezas pidiendo a otro las fichas? ¿Cómo, en consciencia de que es también suyo, resolverlo sin pedírselas?

Noria

Cada tanto y de nuevo, el mismo paisaje, la misma escalera en forma de caracol. La repetición medianamente diferente, los trucos del olvido, de la mente. Y en esta noria perpetua de otros giratorios, la constante soy yo, en un centro perceptiblemente desplazado a la izquierda pero aún atrapado entre los engranajes que dan vueltas. Yo y mi espejo, que me resitúa en el centro, yo y ese reflejo que es mío y que volverá disfrazado de ajeno hasta que me resuelva por dentro, hasta que me vea, hasta que me harte, hasta que me libere, hasta que, hasta que, hasta quién sabe qué.

lunes, 27 de mayo de 2013

Recordatorio

Es mi ego, es mi ego, es mi ego el responsable de este sufrimiento, de todo sufrimiento. Ser una buena mujer, ser una buena persona, no me hace desmerecedora de este dolor. Mientras tenga este ego, mientras no lo suelte, seguiré sufriendo igual, porque el desarrollo moral y el desarrollo espiritual son diferentes, y del segundo me falta un trecho.

jueves, 23 de mayo de 2013

Firme

Y vino el vendaval y desplomó los templos, los edificios y las casas, entre ellas la suya. En medio de los escombros, todo lo que había tenido dentro apenas aparecía, asomaba si acaso sepultado por el polvo y los restos de la estructura que hacía tan poco contenía su vida. En la llanura desolada que era el paisaje ahora, sólo sobresalía una cosa, aún en pié: allí estaba ella misma.

Tapete

Levantaste el tapete de un tirón para que pudiéramos ver lo que había debajo. Sentí el golpe de mi carne contra el suelo: Debajo era un misterio pero encima era evidente; encima del tapete estaba yo.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Servir

Gracias a todas las personas que me dejan servirles, porque me dan la oportunidad de olvidarme de mí misma y en esa medida servirme también a mí. Ahora pienso que es sólo en esos momentos en que realmente me amo, cuando no me estoy mirando con ese ombliguismo recalcitrante, sino puedo ver al otro, estar por el otro y apartar mi dolor. Puedo allí trascenderlo y entonces ser más grande que el sufrimiento, que mis imperfecciones y mis retos. Doy gracias a la vida por permitirme servir.

lunes, 20 de mayo de 2013

Lista

Este es el top 10 de las cosas bonitas que haces y me nutren:
- Estar y mirarme sin juzgarme. Verme.
- Pedirme que te cante, te abrace, te coja, te escuche, te mire. Querer que esté para ti.
- Tenerme paciencia (cuando me demoro arreglándome, cuando demoro sanando una herida física o emocional, cuando hablo por horas, cuando te doy la charla...).
- Llamarme 'Gatita', decirme palabras de amor como 'Gracias', 'te amo' y 'Está bien'.
- Rascarme la cabeza. Acariciarme delicada o fieramente, de día o de noche cuando duermes pegado a mí.
- Bailar conmigo en la cocina.
- Sonreírme o sonreírle a la vida o al mundo.
- Decirme sí, o decirle sí a la vida o al mundo. Abrirte a cualquiera de los tres.
- Hacer (me, nos) el amor.
- Jugar conmigo.

Libertad

Si encontrara esa parte de mí en la que reside el control, la extirparía como un tumor canceroso. La quemaría, la disectaría, la tajaría en pedacitos mínimos, la aniquilaría. ¿Cómo llegó a crecer tanto, a enfermarme tanto sin que yo la viera? Mi ceguera me hace preguntarme si no soy yo misma el tumor, si no soy yo quien vive dentro del monstruo y no el monstruo el que vive dentro de mí. Aun no consigo saberlo de seguro, pero lo sabré. Encontraré la salida, en mis tripas o las suyas, y cuando lo consiga, entre la sangre y las víceras gritaré por fin ¡Libertad!.

Moscardón

Madrugada. Otra noche sin sueño ni sueños. Un moscardón regordete aparece caminando de la nada y vuela mínimamente dándose golpes secos contra la ventana. Lo tomo con un vaso y lo entrego al amanecer. Silencio, quietud, y una soledad nueva sobre la soledad que ya había. Una soledad tan grande que la torpeza de una mosca parece compañía.

lunes, 29 de abril de 2013

Sepia

Si ante las cosas que considero amenazadoras yo pudiera hacer como las sepias, lo haría. Soltaría mi tinta y me iría, ese es mi instinto frente al peligro. No es sólo una cuestión de cobardía (aunque lo sea en parte); me conozco, soy animal pequeño, engallarme no tiene caso, del enfrentamiento sólo saldré engullida. Esconderse, huir, encogerse, escabullirse, confundir al oponente y salir por patas. La estrategia de la sepia es pura sabiduría de supervivencia. Si yo pudiera, en vez de pelear desaparecería entre tinta, no para perpetuar la existencia, pero a todas luces sí la vida.

miércoles, 10 de abril de 2013

Dormir

Quizá no deba preocuparme tanto por esta inminente necesidad de dormir, de quedarme en cama y pasar 12 de las 24 horas del día rumiando sueños. No digo que sea una excusa, pero a veces cuando estoy durmiendo me recuerdo que no es sólo holgazanería, que es allí donde verdaderamente despierto. Es que sólo hay que ver los sueños, a su lado este mundo parece una pérdida de vida, de esta vida en la que al final estamos todos dormidos porque tenemos cerrados los ojos de adentro.

lunes, 1 de abril de 2013

Arce

Ahora recuerdo que hace días salimos al tiempo de casa para el trabajo y en el camino nos quedamos parados sonriendo rotundamente ante la rama desnuda de un árbol que exhibía en su punta un testarudo brote rosa. Descubrir que puedes enternecerte conmigo ante semejante simpleza, tú que a diferencia mía llevas toda la vida viendo llegar las primaveras, me revolcó los efluvios amorosos que a pesar del tiempo y las vicisitudes no dejan de estar vivos.
Cuando ayer paseando vimos un árbol de la misma especie, me dijiste que era un Arce con su nombre científico y me diste una vaina para traerla conmigo y guardarla con la intención de plantarla en el incierto jardín de alguna casa que alguna vez tendremos. Ni por un segundo me pareció improbable, así que aquí tengo la semilla conmigo: algún día nos sentaremos bajo el árbol que en mi corazón ya tiene fuertes raíces y flores de alucinante fucsia.

jueves, 21 de marzo de 2013

lunes, 18 de marzo de 2013

Explicaciones

La sistémica, la karmática, la egocéntrica, la mental, la psicológica, la emocional, la congénita, la genética, la mecánica, la física, la mística, la esotérica, la azarosa, la espiritual, la pedagógica. Todas esas explicaciones o combinaciones de ellas en diferentes niveles, ¿tienen alguna utilidad más que ayudarnos a sentir menos miedo de lo que no podemos controlar? Si la explicación quitara el miedo, nos tendría que ayudar a aceptar y confiar, a amar lo que explicamos -duelo, pérdida, enfermedad-. Sólo en las explicaciones que logren hacer esto, que sean antídoto y no parche, me vale la pena contar.

Lirio

Se están abriendo los botones de mi lirio blanco y con cada uno que se abre yo sonrío con todos mis órganos internos. A momentos no sé si el aroma tan dulce que percibo viene de fuera, o de dentro.

martes, 12 de marzo de 2013

Justicia

Hace unos días me caí en la bici. Sangre, heridas, inflamación... lo de siempre. El dolor de las magulladuras y el escalofrío del impacto tardan en irse su tiempo normal que es mucho. Por ratos, en las horas y lugares más inoportunos, viene a mi mente el flashback de el momento en que quedé de cara al suelo, una y otra vez y tan intenso como entonces. Esta es una de las características del trauma, el atrapamiento doloroso en un instante en el tiempo. Realmente dan ganas de que lo mismo ocurriese con el extremo placer: imagínense ir por la vida repitiendo un orgasmo, así sin más, en el súper, en una entrevista de trabajo, en el metro. Si esto ocurriera, comenzaría a creer en la justicia.

Ventana

Recientemente he aprendido que un mensaje escrito con marcador borraseco en la ventana puede llenar de sentido el cielo lavado que se ve a través de ella.

jueves, 28 de febrero de 2013

Paracetamol

Tanto he oído hablar de estar en el dolor, de no huir, de entrar en él, de abrazarlo, aceptarlo, acogerlo y agradecerlo, que a veces he pensado que es un crimen tomarse un Paracetamol. En cualquier tradición psicoespiritual se encontrarán las referencias a cómo el acercamiento al dolor es la fórmula mágica que paradójicamente nos libra de él. Y yo lo he creído, ese reduccionismo egocentrista. Durante años he primero resistido, luego luchado mi resistencia y finalmente me he rendido a la experiencia dolorosa y lo que ella trae. No obstante, el dolor continúa y en ocasiones se hace aun incluso más intenso, y, lo juro, a quien quiera decirme que el problema es que aun me falta entrega o visión puedo sacarle las tripas al instante.
El dolor es una experiencia transformadora, y lo único que ha cambiado con la disminución de mi pelea en su contra es que sufro menos por su presencia. Me ha parecido entender que el dolor es una realidad absoluta para quien lo padece, que "es así" radicalmente en el instante, y que a veces uno duele porque sana cosas que probablemente lo trascienden a uno infinitamente aunque en su ignorancia no pueda verlo. Dejar de culparme porque el dolor esté y salir de la ilusión de que está absolutamente en mi poder sanar, son las cosas más reparadoras que he hecho con él. Eso, y tomarme un gramo de Paracetamol, que dios lo bendiga, me recordó por unas horas lo que es habitar un cuerpo sin dolor.

miércoles, 27 de febrero de 2013

La historia dominante

Siempre se me enseñó a dar crédito a las historias anexas. En mi familia nuclear se predicaba una especie de izquierdismo existencial, un dogmatismo antidogmático, si queremos. También en mi colegio se me inculcó que ser librepensante era descreer la historia dominante, se me explicó el valor de la multiplicidad de miradas y el terror de tener una única narrativa, más aún si esta era la más popular. Posteriormente en la universidad, se me detallaron ampliamente las complicaciones del poder que reside en el discurso y se me urgió a apartarme de los decires oficiales. Me convertí pues en un portento del cuestionamiento de lo establecido y del status quo; un vicio que entedería posteriormente, no era más que la encarnación del espíritu del tiempo. Donde sea que hubiera una historia, allí estaba yo para develar el subtexto. Si se me decía Alopatía, yo decía Homeopatía, a Freudianismo contesté con Junguianismo, a Gestalt con Chamanismo, al Habla con el Cuerpo, al Cristianismo con el Agnostiscismo, el Budhismo, y hasta con el Dadaísmo. Siempre buscando la minúscula en la mayúscula, la historia paralela, los factores contingentes.
Hasta que también se me dió por dudar de la izquierda, por pensar que no está en un mejor lugar que la derecha. Fué entonces cuando me entró el Centro. Palabras como Inclusión, Integración, Ambas, Juntas, También, y otras del estilo llegaron a mi boca. Quise universalizar la dualidad dando siempre cabida a las dos historias: Alopatía Y Homeopatía, Freudianismo Y Jungianismo, y así y así.
Posteriormente por lo procesos naturales del pensamiento, supongo, cuestioné también la dualidad. Fue entonces cuando me llegó el depende. Me harté de la conjunción y me volví más amiga de la disyunción, todo me pareció válido según las circunstancias. El entorno manda: Sí el Cristianismo, y también sí el Budhismo, El uno o el otro depende sólo de dónde, cuándo y con quién. Eso parecía sensato, hasta que al cabo del tiempo también la disyunción se me hizo chica, porque de todas maneras concebía como sólidos los dos disyuntivos, mientras que mi pensamiento comenzaba a gradalizarse. Esto y/o lo otro parecían tener sentido, pero más aun si se les veía en diferentes grados y niveles: Habla y cuerpo, o alguno de los dos, pero depende dónde, cómo y con quién y sobre todo, en qué grado: mucho, poco, nada o absolutamente, o miles de otros grados en la mitad.
Y de repente algún día volví a pensar en la historia dominante y en el espíritu del tiempo, y me vi en mi gradalización, en mi relativización, encarnándolo de nuevo. Me confronté con mi incapacidad de ver la cosa por sí misma, de ver el tao en vez del taoísmo, la psique en vez de la psicología, la vida en vez de todos esos conceptos y esa filosofía que hoy me parecen tan rotundamente inútiles (en un nivel, claro). No hay conclusión que no esté velada por un punto de vista, la validez se me escurre entre los símbolos y los medios. Creo que nunca antes de este punto había entendido, o aunque sea vislumbrado, y realmente deseado la liberación. En algún lugar entre la historia dominante y las paralelas se me pierde la conciencia, entendí. Hoy veo con impotencia desapegada que se me ha perdido y aún se me sigue perdiendo.

martes, 26 de febrero de 2013

Espirales

Repetirse. Vivir lo mismo, pero desde otro punto, una y otra vez, con ínfimas variaciones de mirada, de forma. Estar del otro lado y de nuevo recomenzar el círculo: de los 180 a los 360 grados, porque la vida se desarrolla en espiral. Cíclicas espirales, monótonas espirales, eternas espirales.

domingo, 24 de febrero de 2013

Capacidades

Descubro que soy capaz de hacer de lado la amargura para dejar salir el amor, y también para dejarlo entrar. Que soy capaz de estar frustrada y dulce, feliz y triste, apagada y sensual. Que puedo tener a veces cinco años, a veces doce, aveces treinta y a veces ciento dos. Y también descubro la más feliz habilidad, la de constatar la inconstancia, el absurdo o la dual variedad, y querer ser ellos: permitirlos sin chistar. Me doy las gracias por esa capacidad.

viernes, 22 de febrero de 2013

Segundos

¿Qué hago con todas estas horas, estos segundos? ¿dormir eternamente? ¿meditar eternamente? "Estar conmigo" diría la cursilería new age, pero es porque ella no sabe que estoy árida y aburrida, no sabe que soy este tipo de compañía.

jueves, 21 de febrero de 2013

Si el amor

¿Y si al final se puede vivir de amor? Eso que tanto he escuchado en negativo, ¿qué si yo compruebo a fuerza de diario latir, de diario observar, que se puede? ¿quiénes van a venir a decirme que el techo o la comida o...? Yo digo que es posible y necesario. Eso digo, o eso me parece estos días áridos de todo lo otro, de oclusión de la esperanza misma. El amor salva, pienso en general, pero específicamente, opino que el amor que salva es, en mayor medida que el recibido, el dado. Es porque se da que salva, y esto, no hay comida ni techo que lo pueda.

martes, 19 de febrero de 2013

Tiresias

Toda la belleza pasa de largo. Soy Tiresias y lo veo todo claro, pero estoy impedida y tengo algo cerrado. Mi lazarillo ha corrido al campo y mi mano se extiende para buscarlo, pero no encuentra nada. Nada, nada, nada.

Más dolor

Noto cómo me muevo, por ratos, buscando añadirle más dolor al dolor. Allí donde ya duele hace días, agregar un poco de la agudez perdida, un poco del viejo pinchazo insoportable. Porque el dolor perpetuo es aburrido, se vuelve habitual, y algo hay que hacer con él si no cura. Sólo por eso me muevo allí donde no puedo para sumar. Sumar dolor al dolor.

lunes, 18 de febrero de 2013

Salida

Yo en el espejo y detrás mío el mundo pesado y antiguo, cuando incluso la muerte ha dejado de ser una salida.

viernes, 15 de febrero de 2013

Tolerar el placer

Uno no cree que quiera que las cosas se marchiten, uno piensa que lo desea todo vivo, puro florecimiento. Pero lo cierto es que la flor que tengo en mi escritorio, tan abierta y lozana, ya está albergando el polvo, y aunque sigue de cara al sol y a mí con sus fucsia exuberante, comienza a dejar de ser bonita. He empezado en los últimos días a desear que comience a dar signos de morir, pero es aguerrida, se aferra a la vida a y la belleza que no puede saber que ya no es suya. Y me observo deseando esto y me pregunto ¿cuántas veces me ha pasado con las cosas de la vida que no he podido aguantar su florecimiento? Tengo poca tolerancia al placer, poca tolerancia a la belleza, eso es lo que sé.

martes, 12 de febrero de 2013

Sonrisa

Hay una sonrisa que sale del dolor intenso y continuo. No se piense que es ficticia, no señor. Tras la persistencia, después de la amargura, el aguante y el desasosiego, de repente se abre paso una especie de "qué más da" que brilla como un rayito de sol y se desprende de ahí mismo donde duele. Esa misma, esa sonrisa tengo hoy.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Seriedad

Tanta circunspección, tanto rictus. La piel de cartón, el corazón recio y ningún vicio. En algún lado hay un arcoiris que me estoy perdiendo. Me falta la sangre como el dinero. Llevo la seriedad del ignorante, del que en el destino no reconoce el vapuleo. El mundo me es ajeno, nada allí me pertenece, yo soy de otra especie, me he apegado al destierro. No tengo sangre ni risa,me he vaciado de nuevo.

En otro lado

Medio escucho, escucho a medias sólo. Media frase, media letra. No me entero. Finjo interés, pero no es más que eso. No es porque no quiera, en verdad desearía saber lo que me cuentan, pero estoy en otro lado desconocido incluso para mí misma. Me encuentro lejos y con miopía.

Adultez

Y así se fue mi juventud y de repente ya soy adulta. Los tiempos estudiantiles, el drama y la risa larga, comienzan a ser de golpe reemplazados por mi madurez desnuda y dolorida que aun no se entiende ni se ve a sí misma. Voy entendiendo tan sólo ahora, cómo es eso de las etapas de la vida, de que uno deja atrás gustos, hábitos y patrañas, que uno cambia y en serio cambia. Que venga pues la adultez a ver en qué me convierto, con sus ojos cansados y su cuerpo yerto. Bienvenida y empieza el experimento.

domingo, 27 de enero de 2013

Gusano

A veces me identifico con el pobre gusano que no sabe que ese dolor intenso que siente, son sus alas que están saliendo.

sábado, 26 de enero de 2013

Los días al sol

Pasamos, uno tras otro, los días al sol, yo adormilada en tu pecho y tú mirando la bandada de pájaros que chillan a lo lejos. Luego abrigamos las noches con el calor de nuestros cuerpos y la manta de plumas; las horas llegan y se van de nosotros como las olas marinas, sin que temamos ser dejados en la orilla. Nunca antes sentí con tanta precisión el movimiento de la vida, el acontecer y el dejar pasar los días sabiendo que este es mi tiempo y que en este hacer nada estoy haciendo todo lo que necesito y debo, todo lo que le debo al mundo y me debo a mí misma.

lunes, 21 de enero de 2013

Enfermedad

La enfermedad me da una especie de objetividad sobre las cosas de la vida, un filtro para discernir las cosas importantes de las irrelevantes. Y es tan increíble lo poco que importan realmente las cosas, o mi propia existencia, o la del mundo... Todo se reduce a ese mismo instante en que el cuerpo falla y parece un milagro que apenas tire, vaya tirando. El cada segundo se vuelve precioso, y quizá sea eso lo que viene a recordarme la enfermedad. Pueda ser que eso sea lo que llaman "la enfermedad como camino".

jueves, 17 de enero de 2013

Recaer

Caer donde uno ya ha caído, por definición, pero un poco más fuerte, más preparado y más consciente, según mi ilusión.

De reojo

A veces me pasa que con el rabillo del ojo percibo, casi sin verla, la transitoriedad. Como una imagen rápida, fugaz, un milisegundo de conciencia de mi no permanencia, mi "polvo eres", de mi no-humanidad. Me entiendo ínfima e irrelevante, parte microscópica de algo infinito y grande. Y aunque es tan bonito,me da miedo, y por eso lo miro sólo de lejos. En mi cobardía me pregunto cómo será mirarle directo, como seré yo cuando sea capaz de eso. Cuando sea capaz de eso.

miércoles, 9 de enero de 2013

Trueque

La gente trueca unas cosas por otras: Saludable por fácil, barato por bueno, feliz por seguro, rápido por confiable, etc, etc. Unas por otras, se dice, una de cal y una de arena. Creo que si lográramos saber con relativa exactitud, cada quién, qué se puede trocar por qué y cuándo, tendríamos una parte importante del secreto de la felicidad. Sólo el mapa de intercambios, sólo eso, y podríamos vislumbrar el amor y el respeto propios. Eso creo.

H&M

Tengo un vestido de H&M que compré hace años. Creí que duraría un año como mucho, porque me costó barato y todo el mundo sabe que las cosas por las que se paga poco son disfrutables por breve tiempo. Sin embargo ha durado, quizá ya 5 años, y me lo encuentro en el closet como un misterio o una contradicción cada vez, contándome de su perseverancia o de mi poca fe. Quizá el vestido ha estado triste de que yo creyera tan poco en él, pero me ha sido servicial igualmente. No sé si alguien más pueda entender de qué hablo cuando hablo de este vestido, pero a mí parecer estoy reflexionando sobre las profundidades de la naturaleza humana. Seré banal, quizá, al pensar que los intersticios de la humanidad tienen que ver con una prenda de H&M, pero el vestido me pregunta desde su gancho siempre sobre algo muy dentro mío, sobre lo que espero de las cosas, sobre mi confianza, la que tengo (o no tengo) incluso en la vida. Se puede comprar preguntas vitales en las tiendas de cadena, lo confirmo.

Trinchera

Ahí en la zanja los soldados amigos se convirtieron en enemigos. No sé si soy cobarde o valiente por no tirar del gatillo, por dejarme cubrir por el barro hasta las cienes.No sé qué siento. Espero que pase el tiroteo, atrincherado y trémulo; aguardo mi hora, la de la salvación o el abandono. Pequeña muerte. Podrían matarme y no lo sabría. Quizá ya estoy muerto, quizá morí. Si hay algo que no dije o no hice, no lo sé. Tengo congelado el cuerpo todo completo. Y sea cual sea el órgano que procesa y que entiende, también se congeló; igual el alma, yo qué sé. Sólo sé de esta anestesia, este adormecimiento y este barro negro, estas aguas oscuras donde no existe el tiempo ni existe nadie más que yo. Quizá estoy muerto, quizá morí.

Signos del deterioro

Los tejanos nuevos que se rompen, el juguete de poco uso que se estropea, el dulce que estaba amargo, el flamante Titanic naufragando. La esperanza, la expectativa de que algo funcione a perfección sólo porque es recién nacido y está lleno de vida, o lleno de algo que huele a nuevo, que inspira viento sólo a favor. ¿Quién nos contó ese cuento? ¿Que escoba nueva siempre barre bien? ¿Que el mal funcionamiento o el error son signos del deterioro? El asombro, la estupefacción cuando comprobamos que esto no es una ley, la incapacidad de entender las evidencias del marchitamiento en algo lozano. Y la nostalgia del mundo en donde las cosas esperan a estar viejas para fallar, o no fallan nunca, la esperanza de que nunca volverá a pasar, de la felicidad por siempre, de la recompensa universal. ¿Será terquedad, hastío o inocencia lo que nos hace mantener la tonta fe? Aun no discierno bien, pero creo que las tres.

lunes, 7 de enero de 2013

Pantano

Es bonito el pantano, las algas, las ranas. El paisaje de mi corazón infantil y lloroso. Está inundado, pero es bonito; es bonito.

Grieta

Por la grieta de lo que se ha roto, asoma mi consciencia cálida y desoriendada. No se entiende nada. Es difícil comprender lo que se ha quebrado; sólo contemplo tres posibilidades: sea que no se ha quebrado, sea que se ha quebrado de tal manera que es ahora irreconocible, o sea que, como dicen los budas, no hay nada que pueda ser quebrado. Me gusta la tercera. Me quedo con esa.