jueves, 20 de diciembre de 2012
Boca
Bajo la luz de las velas, arriba, tu boca se ve ligeramente blanquecina, como una sábana blanca y suave, mullida. Entonces quisiera ser diminuta para acurrucarme y envolverme en ella, descansar en tu labio inferior que es superior a mis fuerzas. Y dejarme dormir sin tiempo arrullada por cualquier verso, por el simple movimiento de tu boca-cama, tu boca-sábana, tu boca acojedora, invitadora, atemporalmente mullida.
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