martes, 18 de septiembre de 2012

Silencios Solitarios

Se levantó sin reloj, dándose tiempo para revolcarse y mantenerse al filo de la ensoñación. Los suaves movimientos de cabeza apenas perceptibles la dejaban escuchar el roce de su pelo enmadejado contra la almohada. Comenzó a incorporarse lentamente entre chillidos de resortes y batir de sábanas. Ya en pié, se arrastró sobre la madera en sonidos secos hasta la cocina. Fuera había pericos que hablaban cosas que ella no entendía, había coches rugiendo el esfuerzo para remontar la calle. Aun medio dormida canturreó desacompasada el pedazo de esa canción con la que despertó: “quiero morirme de manera singular, quiero un adiós de carnaval…”, remplazando los pedacitos que no recordaba por “tarará”. Bailó perezosa al son que repetía mentalmente mientras arreglaba un poco la alcoba, escuchando sólo la tonada interior. Antes de terminar de hacer la cama puso a calentar agua para un té. El “tick, tick, tick” de la estufa, el “huuu” del gas, el ruido asustado de la flama ardiendo. Quizá ya era momento de cambiar esas cajas para té que conservaba desde que vivía con Gabo, pensaba mientras las devolvía a su sitio entre golpes metálicos y sonidos de visagras oxidadas. Con taza en mano, se sentó en el suelo junto a la ventana y comenzó a escuchar su sorbo a sorbo, mientras se dejaba abrigar por el rayito de sol que ese día la visitó.

4 comentarios:

  1. Me pierdo:
    Ya en pié, se arrastró sobre la madera" Arrastró los pies? Si descalzo no haría ruido? tenía chanclos o zuecos? crujía la madera bajo sus pies?, es una casa vieja? de que color es la madera? Silencios no, Solitarios si! Este relato es un concierto total, me gustaría ponerle un perfume o al menos un color. Me gusta, gracias por compartirlos.

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  2. El concierto es todo mío y lo demás (perfume, color y edad), un regalo para la imaginación del lector. Todos tuyos. Puedes hacerle a la solitaria tu propia casa :).

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  3. Seguramente no sería una casa,
    más bien una torre, un castillo ,
    un enorme foso que lo separa del bosque,
    olor de flores de azahar,
    canto de pájaros en primavera
    y caída de copos en invierno.
    Tapices antiguos con faunos y sátiros
    que persiguen a doncellas por una escalera
    que se hunde en la oscuridad de la cima.

    Y al amanecer botellas de vino y rastros de queso,
    el primer rayo de sol cruza la ventana
    e ilumina la cama revuelta, esta mañana
    ha huido la soledad de estos silencios.

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  4. Muchas gracias, qué maravilla!! Algún hada, un pozo con agua y bailarinas rojas; el césped verde y tupido todo el año, sin importar la estación.
    Vale la pena dejar a los lectores imaginar :)Me encanta.

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