lunes, 13 de agosto de 2012

Guerra

Habría que besarse siempre al terminar una guerra. Sólo para saber que no importa cuánto peleen las dos lenguas, esa batalla constituye un sólo beso, un único y largo suspiro. Todo lo que parecía separado en la guerra, al besarse ganará la conciencia de estar indisolublemente unido, irremediablemente unido, eternamente unido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario