¿Qué sentido tiene escribir poesía erótica si no en un cuerpo? Erotismo escrito con tinta, sobre papeles inmaculados y olorosos a cloro; sin los humores de la carne, sin suspiros.
No tiene ningún sentido. Ninguno.
La poesía erótica no se escribe, se hace.
¿Crear ese cuerpo cuando/donde no lo hay....?
ResponderEliminar¿LLenar (o intentarlo) la ausencia de lo que antes estuvo ocupado por un cuerpo?
¿Convertir la fria soledad de un cuerpo cerrado, en la calidez de un cuerpo abierto?
¿Cortejar -susurrar- a los sentidos dormidos con una palabra provocadora y despierta?
¿Hacer magia, sacar conejos de la chistera?
¿Ser capaz de hacer sonrojar a una señora o de mojarla las bragas segun que, segun donde?
No creo que los juglares estuvieran muy de acuerdo con la falta de sentido de la poesía erótica. La poesía erótica se escribe, se canta, se propone, y por supuesto, se hace.
El problema, creo, es cuando solo se escribe y uno se encuentra intentando hacerle el amor a un pedazo de papel inmaculado que huele a cloro. Pero mismo así, al menos podemos abrazar a nuestro propio deseo, podemos tocarlo, saborearlo, hacer el amor con él. Aun sin cuerpo (otro cuerpo). Si hay poesia erótica, es porque hay Eros. Si hay Eros, es porque hay cuerpo. Siempre hay un cuerpo, aunque sea el de uno mismo. Y a veces, no hay mas remedio que copular con todo y con nada. Mejor eso que no sentir.
Besos, vicks.
Sí, también pienso eso, pienso en la maravilla que es tener poesía erótica escrita por miles durante siglos de apasionamiento remoto. Me encanta que se escriba poesía erótica en papeles, probablemente me gusta casi tanto como la que no se escribe sino se hace.
EliminarLo que no sé es si ese que copula con todo y con nada, el hermitaño solitario que se ha privado de otros cuerpos, sí siente de veras. El propio cuerpo es bello, pero es más bello si hay dos, o tres, o cientos.
Besos, vecino querido.
Je. Ahí me has pillado, pero ¿conoces la historia de Francisco de Asis? El Hermitaño con "h" que conozco puede que lo sea porque no se haya privado de nada y porque, quizas, también sienta demasiado. No obstante hablaré con el "Hermitaño" con "h" a ver que dice al respecto.
ResponderEliminarHay un cuento de Gibrán en el que un Ermitaño con "e" estaba arengando a todas las parejas de animales sobre el amor. Despues de un impecable y virtuoso discurso, uno de ellos le preguntó que pensaba (o sentia) sobre ello su pareja, y cuando le dijo que no tenía, todos se dieron la vuelta, y se fueron, dejándole a solas con su amorosas teorías.
Personalmente, yo creo que uno no elige esas etapas vitales. A veces toca estar solo, y si uno fuerza la rueda hacia el sentido contrario resulta aun peor. A veces, Eros nos sonríe,y no nos deja ni a sol ni a sombra, de tal modo que hasta resulta agotador. Y otras, hay un delicioso vaiven entre la soledad y el deleite. Y luego hay algunas, mas extrañas, en las que uno sencillamente no sabe nada de nada, salvo que no puede ni quiere repetir más de lo anterior. Entonces Eros se convierte en una especie de diseñador de moda que te va pasando modelos y mas modelos a ver cual consigue captar tu atención. Pero tú estás en babia, en "otra cosa", todo te sabe insípido, y no sabes hasta cuando. Quizas sea solo el sabor de un corazón hastiado, protegiéndose de sentir demasiado, quizas no.
En cualquier caso, sí, si quitamos la ganga de las palabras y de las justificaciones, tienes razón. Demasiada razón. Toda la razón.
Besos.
Bonito el cuento de Gibrán, no lo había leído. Y qué ganas de saber lo que te dice el hermitaño con 'h' (que el de Gibrán con tanto discurso y catedra amorosa, bien califica para la 'h' también, el pobre, que con ella le han despojado de Hermes...).
ResponderEliminarAbrazos.
Ya hablé con el Hermitaño.
ResponderEliminarDice que te lo dirá "personalmente", el dia que te conozca.
Besos.
¡¡Pero si es un herminaño!! ¿Cómo le voy a conocer? Nunca he conocido a un herminaño...Conocer a un hermitaño es un cntrasentido. El Hermitaño se burla de mí.
ResponderEliminarPuede:)
ResponderEliminarLos Hermitaños tienen que desarrollar mucho su sentido del humor porque se pasan el dia solos. De lo contrario enloquecerían, los pobres.
Aunque se puede organizar una visita si le quieres conocer, y te cuente personalmente porque se hizo hermitaño. Siempre que no sea sólo curiosidad. A los hermitaños no les gusta nada la curiosidad, porquen los hermitaños aman a los gatos (que son como ellos) y la curiosidad mató al gato.
Besos.
Genial :)
ResponderEliminarPuedes decirle al hermitaño que, si bien no puedo negar la abundante curiosidad, yo también soy amante de los felinos y por ningún motivo dejaré que alguno muera a su causa. Hazle saber que la mía es un curiosidad muy lúdica, nada como aquella violenta y asesina que ha creado mala fama a todas las Curiosidades. (Según se me ha dicho, la Curiosidad que mató al gato lo hizo de puro enfado, porque el gato se comió su pez dorado que ella quería tanto y se llamaba Waldo). La mía es prima-hermana solamente y además no tiene mascotas, por ende no representa amenaza ninguna. Pide que no se la condene por los quehaceres de su parienta anti-mininos.
Hay que visitar al hermitaño, dice mi gatuna curiosidad.
Je-je. Tienes chispa!
ResponderEliminarSe lo diré, no te preocupes. Y le contaré la historia de Waldo, igual asi se vuelve un poco mas tolerante con las curiosidades de la humana especie. Respecto a la tuya, no hay problema, menos aun si es ecologista. Además, seguro que le encanta tu sentido del humor.
Por cierto, que has de saber que el hermitaño no tiene casa propia, ni siquiera una choza. Tenía una humilde cabaña en medio de la ciudad, pero tuvo que dejarla porque se le caia a pedazos: literalmente.
Y es que tambien son malos tiempos para las soledades, y los recortes afectan tambien a la vida ascética y solitaria (y eso que segun dicen las malas lenguas, a veces se le ha visto gastar algo de dinero e incluso ir al cine o quedar con alguno de sus exttavagantes amigos).
Extraño hermitaño ese. Yo que tú no me fiaría un pelo. Pero hablaré con él, a ver que dice...
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSuerte que haya personas que valoran más el conocimiento que las casas (y suerte que haya personas que valoran más las casas que el conocimiento, que si no esto sería muy aburrido).
ResponderEliminarEn cuanto a la quedada con el Hermitaño, yo tampoco me fiaría de mí misma ni un pelito, así que estamos a mano.
Ya me dirás qué dice.
Besos,
Vicks
Pues yo me quedo con la casa. Sin casa llega un momento en el que el conocimiento se hace imposible y secundario.
ResponderEliminarEn cuanto a la quedada dice que "mierda para el mensajero", que aun se acuerda de sus buenos tiempos (aunque ya esté viejo), y que estará encantado de compartir una/s jornada/s bis a bis de poesía erótica. Las confidencias y los secretos de cocina hermitaña, te las contará en persona, si te encuentra merecedora de ello, etc, etc, etc...
Mas claro el agua. Ya te dije que era un trepas el amigo hermitaño.
Besos.
Curioso caso.
ResponderEliminarPublicas una opinión comparando la poesía erótica con el erotismo. y luego en los comentarios todo se vuelve un cotilleo acerca de un Hermitaño.
Desde luego que la acción contiene algo que puede superar a la poesía, más ésta lo ensalza y lo perpetúa, o lo opina a particular modo del autor.
El cotilleo sobre el (H)ermitaño es un juego interno(y muy divertido) que nos traemos aquí su servidora y el señor Bacale. No se espera que sea comprendido por terceros. Lo que sí se espera es que, en cuanto a la poesía erótica, haya espíritus defensores de la palabra y sus virtudes para hacer trascender el instinto. Es cierto, a través de la poesía erótica el instante se expande a través del tiempo.
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