miércoles, 25 de abril de 2012

Alcachofas

Para comer alcachofas es fundamental estar en soledad, tranquilo y remangado. Se sienta uno y va despetalando mientras canta. Puede cantar jazz sin letra, por ejemplo, o sea, puede graznar y puede hacer el ridículo. Se dará uno cuenta que en la medida en que vaya entrando más en la labor y vaya profundizando, llegando al centro, las hojitas serán más jugosas y tendrán más sustancia, como con todo en la vida. También se dará cuenta que el despedazamiento alcachofar habrá engendrado un chiquero cada vez mayor que hay que limpiar, como todo en la vida. Ya acercándose al corazón, es posible que se sienta el latido de la alcachofa. No hay que asustarse por ello, al contrario, se sugiere contestar con el propio latido emocionado y satisfecho y quizá, poner un poquito de sal. Es importante resistir la tentación de mordisquear el centro cuando aún alberga hojas, de lo contrario no se gozará el gran placer de descubrir lo que tan celosamente guarda esta hortaliza entre su fortaleza acorazada. Se trata de una cunita blanda y dulce, peluda, en la que hay un hoyo hecho a la medida del dedo humano. Como es obvio, un gran gozo proviene de introducir el dedo palpando la textura felposa y dejándolo encajar en el lugar que la naturaleza ha dispuesto para él. Se recomienda para este momento cerrar los ojos y dejar de cantar. Sólo entonces podrá uno, de un atracón, comerse el corazón de la alcachofa. Al terminar, se habrá de lavar las manos y soltar una carcajada de felicidad.

10 comentarios:

  1. Mas sí. Lo cual me hace pensar en que puede que sea esta la razón de que mi vida sea todo menos una carcajada de felicidad: nunca me enseñaron a comer alcachofas.
    Una descripción (y una metáfora)deliciosa. Casi se puede oler y tocar. Con vecinas así (que saben disfrutar tan bien de la comida) dan ganas de autoinvitarse a cenar. Lástima que en esto esto del deguste culinario una tenga que estar (también) solo. Espero la receta para poder disfrutar tambien en una cena de a bis.
    Besos, y (ya lo he dicho antes) me gustó realmente esta entrada: tiene como el don de llegar muy profundo a través de lo mas simple. Quizás ese sea el don mas delicioso de esa que escribe y que no sabe quien es y que a su incertidumbre le ha puesto este nombre, etc, etc, etc..

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    1. Muchas gracias por lo que me toca, querido vecino. La receta, ya que la has pedido, es imprecisa y terriblemente personal, tanto que no aseguro que funcione también en tu cocina. Me atrevería a decir sin embargo que consiste en contemplar, en estar presente al más viejo estilo budista, sea comiendo alcachofas o sea haciendo lo que sea, para desarrollar la capacidad de ver en todo la belleza. También, probablemente, en cultivar el contento y la simpleza, la sencillez, sobre todo en almas torturadas y complejas como la mía y quizá también, la tuya. Esos son los ingredientes míos, mi sabiduría en un cubo de caldo instantáneo.
      Un abrazo. Eres siempre bienvenido a mi hogar. Te avisaré la próxima vez que haya alcachofas para comer.
      PS: He visto que has remodelado (!)

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  2. Me quedo con la primera parte de la receta. La segunda tiene demasiados infinitivos (que no explican nada en realidad del "como" se hace), y me resulta menos creíble. Supongo que todo se aprende haciendo. Para cultivar el contento hace falta sembrar semillas de contento, o al menos semillas de predisposición o de apertura al mismo (semillas de las que ahora no dispone un alma ((sin quizás)) compleja y torturada como la mia). Gracias por la invitación, si no te importa iré echando un vistazo mientras cocinas (escribes). A ver lo que aprendo de ese don que tienes. Pareces, hablando en términos junguianos, en los que creo cada vez menos, una extraña mezcla de sensación y sentimiento introvertido. Y un pensamiento tb bastante desarrollado. No se como estará tu intuición, pero en cualquier caso, es algo fuera de lo común. Asi que me alegro de que lo sea. Mismo en este espacio.

    PS. No he remodelado, busqué un formato que me de para ir copiando las casi 2000 entradas que tengo en el blog con el fin de organizarlas y registrarlas en algun sitio como safe creative, antes de que me de la ventolera y cierre la casa. Porque estoy de blogguilandia hasta los huevos. Creo que le he sacado todo el jugo, aunque siempre soplan corrientes de aire fresco como tus escritos (no mas piropos por hoy, eh...)
    Un abrazo.

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    1. Nuevamente gracias por los cumplidos. No sé muy bien cómo responder, excepto decirte que casi, casi atrapas mi perfil de Myers-Briggs, si señor.
      Con respecto a la semilla, yo creo que siempre está, que es inherente a nuestra naturaleza, aunque no siempre está disponible incluso si eres un muy buen jardinero. Si eliges la contemplación, ella te mostrará la semilla, o eso creo yo. El contento, por más artificial que parezca, está enraizado en lo más escencial, o así me lo parece.
      PS: Si te vas de blogger, y con 2000 entradas de material, espero poderte leer en papel.
      Un abrazo.

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  3. Interesante lo del test de Myers-Briggs, no lo conocía. Le echaré un vistazo tranquilamente. Aunque ya te dije que cada vez dudo mas de la rigidez de la teoria de los tipos. Hace aguas por todas partes. Pueden servir, eso si, como indicador de ciertas predisposiciones, asi como de habitos y rutinas adquiridos, pero no, creo, para el proceso de acercamiento al corazón de la alcachofa, poque uno no sabe al final por que hojita va acceder finalmente al Gran Mordisco. Hablando de "grandes mordiscos", sigo creyendo que no hay contento ni como inclinación natural (eso suena muy budista, por lo que añadiré a tu perfil mayers como se diga que muy probablemente "cultives" alguna forma de meditación cuyo objeto sea conectar con "la gran paz natural" y otras rimponchadas -con mil perdones y todos mis respetos hacia la práctica, que yo tb experimenté en su tiempo-) ni como esencia, sino, precisamente, y de eso se trata, como práctica. Puedo aceptar y de hecho acepto que la felicidad/infelicidad es básicamente una cuestion de práctica, y en el caso de algunas personas predispuestas genéticamente a oscilar mas rápidamente de un estado de ánimo a otro, como cést moi, de una práctica aun más exigente, que abarca muchos más ámbitos que la medicación. Entre otras cosas.
    Respecto al proyecto de biblia segun César Bacale, de momento no hay expectativas de ponerla en papel, sólo registrala. No me agradaria la idea de contribuir con mis hipergrafias a la tala de más arbolitos. Aunque he de confesar que sigo prefiriendo leer (y leerme) en papel. Y que me gustaria tener alli mi obra escrita. Paradojas sin fin.
    Abrazo (y me abstengo ya de emborronar más la sencillez de tu espacio, que me conozco). Felices contemplaciones y etcs.

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  4. Sobre los tipos, estamos de acuerdo. A veces me gusta,a veces no tanto. No creo en nada con demasiada firmeza. Me doy el beneficio de la duda. Y lo mismo va para la meditación y el contento. Aunque en mi experiencia, la práctica meditativa y contemplativa ayuda a la tarea acontentadora. Creo que se puede meditar comiendo alcachofas, no hay necesidad de mencionar al adorado Rimpoche. Pero de nuevo, eso son sólo mis apreciaciones momentáneas, que igual cambian mañana, o pasado.
    Yo también quiero ver el día en que se pueda leer en papel sin que eso implique el sacrificio de árboles, que concuerdo, es lamentable.
    Abrazos nuevamente.

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  5. Pos yo, definitivamente, pase a peor vida. RIP... Y nunca en mi vida he meditado comiendo una alcachofa. Ni creo que lo haga. Decia que lo hacía, pero mentía como un bellaco, porque salvo en un retiro vippasana de 10 dias en el que creo que hasta me despareció el pulso cardiaco, siempre he comido como un animal. Con celo y saña, dejando que mediten mis instintos, es decir, que sean lo que son.
    Comparto, por desgracia, la duda socrática. Y lo de no creer en nada con demasiada firmeza. Pero creo que en un mundo postmoderno como este, donde lo que prima es relativizar cualquier postura, incluso acciones de dudoso caracter moral que nos estan jodiendo vivos, hay cosas en las que hay que empezar a tomar partido "seriamente"...sin relativizar un cojón de pato.
    Y retomar y actualizar las muchas virtudes de nuestra tradición grecolatina, y dejarse de contentamientos que salen y nos llevan de vuelta a nuestro propio yo, sin haber recogido ningun pedazo de mundo, que casi siempre duele, y desterrar (al estilo de los Reyes Católicos) cantidad de paradigmas espirituales que crecieron en otras tierras, que no pueden arraigar en este suelo porque, sencillamente, no han crecido aquí. Lo que pasa cuando se intenta sembrar una semilla como la meditación sentada (no hablo de nuestra oracion contemplativa), que lleva miles de años desarrollandose en oriente, en un alma occidental, es que nace un engendro ecléctico y monstruoso llamado nueva era, que habla de mil cosas que ni siquiera entiende. Y porque esos paradigmas no estan hechos para resolver e integrar conflictos que son propios del caracter occidental de nuestra psique, cuyo contentamiento exige no sólo nuestro bienestar subjetivo sino el bienestar objetivo del mundo. Como, por ejemplo, priorizar la salud de un bosque antes que el desahogo egoico de un recital de poesia.
    Y vale. Sorry por la necesaria e inevitable proyección. No puedo evitarlo, incluso con algo tan inocente como unas alcachofas pueden dar mucho de sí, si se quiere. Si no, pues no. De todos modos, no es el lugar ni el sitio para hablar de la dicotomia entre el alma oriental y la occidental, entre otros tecnicismos. Que puedo decir, que lo siento, y que soy asi.
    Abrazos.

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  6. Yo no sé si he meditado comiendo alcachofas, pero creo que se puede.
    Lo de no tener ideas fijas y la duda socrática a mí me gusta. Creo que no me evita informarme y tomar partido. En ese sentido soy un ser político. Creo que es posible el desapego de las ideas en simultaneidad con el luchar arduamente por algunas, por lo menos lo es en mi caso. Ahora, podría citar algunas ideas muy básicas en las que creo profundamente, pero ninguna de ellas son ideologías y la mayoría de ellas hace unos años no las creía y probablemente en unos años ya no las creeré. Me gusta el cambio, la evolución. Creo que no definirse es la gran clave de la libertad, y la libertad es algo que yo valoro mucho.
    En cuanto a la meditación, la mente occidental y la oriental, etc. estoy en desacuerdo con varias cosas, pero sólo pensar en ponerme a escribirlas, ya me canso. Al final de cuentas no soy una pensadora y las labores intelectivas me agotan.
    Por lo demás, siéntete libre de proyectar aquí. No se espera de ti otra cosa. Ni de ti ni de ningún lector. Nada más que una inmensa proyección.
    Un abrazo de alcachofa contemplativa,
    Vicks

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  7. :) Okis
    Bs, Vicks (aunque ese no sea tu verdadero nombre, o sí, quien sabe).

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