domingo, 25 de marzo de 2012

Hay que ser tontica

Hablando con mi amiga Rita en estos días comentábamos de la dificultad -que parece real aunque ni ella ni yo queramos convencernos plenamente al respecto- de los hombres con las mujeres inteligentes y cultas. Esta dificultad consiste en ponerse al nivel, valorando las habilidades de su compañera sin ponerse por debajo infravalorándose, o competir con uno a ver quién hace el comentario más astuto. La inseguridad de un hombre frente a una mujer inteligente es uno de los misterios más grandes para mí, con todo y que conozco nuestra historia biológica ancestral y comprendo la necesidad masculina de cuidar lo desvalido, de ser macho alfa. Hay una creencia incrustada allá en el fondo del mar de Lima, según la cual ellas necesariamente han de depender, y que para depender han de ser menos, y que esa es la única fórmula del "Happily ever after".
Esta es una cosa que he visto desde siempre pero me he negado a ocultar mi inteligencia o mis habilidades para la comodidad del otro, en gran parte porque creo que esta es una actitud de profundo respeto frente al hombre. Cuando muestro mi inteligencia con un hombre que me gusta es porque lo considero a él capaz de entablar una conversación de nivel, de enriquecerme de su punto de vista, y también, por supuesto, porque lo considero emocionalmente maduro y suficientemente despojado de machismo como para aceptar cuando yo le aventajo. Esto ha probado ser un desastre muchas veces, sobre todo con hombres que en efecto son igualmente inteligentes. ¡Completamente frustrante! Por supuesto que me interesa el dominio intelectual de mi compañero, pero no lo estoy probando constantemente y por lo general, si me he enamorado, se lo otorgo por defecto. Esto tendría que ser básico de comprensión para los chicos que salen despavoridos después de escuchar las palabras ‘Filósofa’, ‘Escritora’, ‘Abogada’, ‘Psicóloga’ o ‘Médico’ (etc.).
Mi amiga Rita, igualmente rebelde por años, me ha confesado que se ha rendido en su tarea por conseguir un hombre que pueda tomarla a toda ella. Me ha dicho "Vicks, hay que ser tontica". Ha comenzado (con resultados altamente satisfactorios) a fingir necesitar ayuda cuando no la necesita, pedir consejo cuando es irrelevante, esconder sus soluciones a los asuntos de vida e incluso tomar las vías menos prácticas o procedentes sugeridas por un macho menos despierto que ella. Todo para no apabullarlo, para que no se sienta asustado o herido en su orgullo masculino o yo qué sé para qué demonios. Cuando yo he intentado hacer lo mismo, no he podido, porque tener que hacer esa pantomima me parece una acto de desprecio que se interpone entre mi amor y yo; remonta a tratar al hombre que quiero como un enano que necesita que yo baje para no sentirse acomplejado, ver al que deseo que sea mi compañero de vida como un tarado. También por otro lado, el sólo pensar que hay que mantener la facha 100% del tiempo me agota, pues no es posible que pases del ‘¿Dostoyvsky? ¿Quién es ese, mi amor?’ a de repente ir hablando apasionadamente con tus amigas sobre el destino de Raskolnikov. Así no más, sin explicaciones, la única manera de hacerlo es jamás presentar a tus amigos con el caballero que has imbecilizado.
Me he resistido a parecer tontica hasta el día de hoy, pero me siento tan defraudada por la biología, que me lo estoy pensando. Inventar necesidades que no tengo, debilidades, resquebrajos, desequilibrios e incertidumbres. Y lo que más me jode de plantearme esto es que habré de actuar todas estas cosas a pesar de las necesidades que sí tengo, las debilidades que sí tengo, los desequilibrios y las incertidumbres que están en mí por todas partes y que ansío tanto, tanto poder compartir con una mano grande y fuerte que me apoye mientras yo las sostengo, y también, qué carajos, que me ayude a sostenerlas a veces, que para eso es grande y fuerte. Me entristece tenerme que mostrar de una manera que no es la que soy por amor, porque creo que es por amor que tendría que hacer justo lo contrario. Quizá estoy muy confundida y quizá no sé qué es el amor aun y se trata, en efecto, de vivir en la impostura para no estorbar los traumas ajenos. Pero si esto es así, ya tengo un motivo para entristecerme más, pues significa que tengo que ocultarme para que un hombre pueda creerme y confiar en mí cuando le digo que le amo, que es lo mismo que entregarle mi corazón pávido y enervado creyendo que será cuidado por ese hombre al que considero grande y digno de la tarea. Si ese acto no es ya la vulnerabilidad, si estar de pecho abierto, mirando a los ojos y sosteniendo en la mano un latido perplejo que ya no es mío no es ya la deseable bobería, que alguien me explique cómo puedo hacerme la tontica.

10 comentarios:

  1. es cierto talvez debamos buscar hombres con mas peso en el culo que no se dejen intimidar que no busquen una niña desprotegida sino una compañera una igual con la que compartir, pero tambien es bueno bajarnos el ego de super inteligentes y simplemente ser mujeres... de pronto por ahi estamos lanzando una energia de superioridad que si llegar a joder una relación.
    Me gusta mucho como acaba el texto, en conclusión no hay que hacerse las tonticas y tampoco alimentar el narciso de la mujer super inteligente.

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  2. Totalmente de acuerdo con lo del ego de súper intelectuales, o para el caso, de súper lo que sea, porque al final no es una asunto de intelecto, superioridad en cualquier campo ya basta: Es más guapa que yo, es más sociable que yo, baila mejor que yo...Encontrar nuestro lugar sin perder lo que hemos ganado, lo que nos ha costado construir de nosotras mismas, ese es el reto.

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  3. Hola vecina. En respuesta a tu pregunta urobórica, sea se, que ya te contestas a ti misma, te diré:

    1 Que hay hombres no solo inteligentes, sino muy inteligentes y excepcionalmente inteligentes.

    2. Que este tipo de hombres (a menudo enjutos y algo esquizoides) no suele ser del gusto erógeno de las mujeres, sea se, que no les ponen nada.

    3 Que hay hombres inteligentes que ademas cumplen con la condición de resultar atractivos sexualmente, cosa que produce los siguientes efectos:

    3A. Intimidan a casi todas las mujeres que se acercan a ellos sexualmente hablando.

    3B. Intimidan a casi todas las mujeres que se acercan a ellos intelectualmente hablando.

    3C. Atraen por un motivo u por otro a todo tipo de mujeres, por lo que, ademá, y por si no era suficiente, se ganan la enemistad de todo tipo de hombres, de los macho alfa que describes, y tambien de los tipicamente intelectuales.

    4. Que este tipo de hombres se siente mas solo aun que el tipo de mujer que describes.

    5. Que una mujer/hombre inteligente no es una mujer/hombre necesariamente culta/o (conozco muchas mujeres y hombres que se han leido a Dostoeivsky, y serian incapaces de hacer un análisis agudo y profundo de las motivaciones inconscientes de Raskolnikov, mas allá de las que describe Dostoievsky)

    6. Y por último, que hacerse la tontica, o el tontico, no es una cuestión sui-generis, sino muchas veces, y tal como va el mundo (creciendo en extensión pero no en profundidad, desarrollándose tecnológicamente, pero no etica, moral, ni emocional, ni espiritualmente) de supervivencia, sea se, que no sólo hay que hacerse el tonto para ligar (eso lo hará quien aun esté por la labor), sino para buscar curro, y no precisamente poniendo en la mesa tus virtudes, o al menos, las menos visibles de ellas.

    7. Que tal vez estais buscando una cosa fuera de su contexto, quiero decir, buscando hombres que no se sientan disminuidos intelectualmente en un ámbito donde es lo sexual lo que marca el nivel mas inmediato y básico de relación. No voy a cometer el error de decir que, quizas, el problema se solventaría buscando este reconocimiento en un contexto explícitamente intelectual, ya que aqui los hombres tienen otros complejos. En lo que si he de darte/daros la razón es que el hombre se relaciona desde sus complejos (de una u otra índole) el 90% de las veces. Pero es que la mujer tambien lo hace. Quizas menos, pero también. Doy fe de ello. Asi que solo queda o montárse el chiringo solo, o tener paciencia. Que todo llega para el que espera su tiempo.

    Fin del segundo mitin, vecina.
    A cambio me llevo un poco de azucar, que tengo poco en casa.
    Y hasta otra.

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    1. Genial el Mitín, vecino querido, para eso escribo las entradas que van bajo la etiqueta "opino". Llévate azúcar si necesitas, o café, que dulce y amargo van muy bien.
      Sobre lo que dices.
      1. Estoy segura de que los hombres tienen sus propias dificultades en cuanto el acercamiento a las mujeres y a las relaciones con su propio género. No estaba implicando con mis palabras que así no fuese.Lo que dices me abre una perspectiva en cuanto a ello que por no ser hombre, desconocía.Creo que comparar soledades es arriesgado, sin embargo, pero al menos lo dejo en duda.
      2. Que hay hombres brillantes, se da por sentado. Yo misma he salido con varios de ellos y conozco otros muchos que intelectualmente son bastante superiores. Espero no haber implicado que así no fuese.
      3. El asunto es que independientemente de su intelecto fáctico, el asunto del que hablo es de percepciones, no de medidas exactas. El problema no tiene que ver con que uno SEA más o menos inteligente, sino con cómo se le percibe.La inteligencia es una región vasta y por lo general no uniforme, pero en nuestra percepción muchas veces se le aprecia como una llanura. Tendemos a ver la gente como que "ES" inteligente, descontextualizando para qué, en qué circunstancias, etc. Esto sólo para anotar que no tiene que ver con la inteligencia en sí misma, sino con la manera en que en relación y debido a nuestra parcial ceguera psicológica, la apreciamos.
      3. Con respecto a querer llevar lo intelectual al terreno sexual, estaría de acuerdo si estamos hablando de un ligue, pero no si nos referimos a la construcción de una pareja. Está claro que la sexualidad es un nodo, pero parejas dónde sólo este ego está satisfecho van por ahí cojeando hasta que inevitablemente caen sin muleta ni bastón que las sostenga. Desde mi punto de vista el desarrollo deseable en pareja incluye la complementariedad y entendimiento a nivel sexual primordialmente, pero también a nivel emocional, intelectual y espiritual. Realmente creo que somos animales espirituales, si me hago entender.
      4.Por último, darte la razón en cuanto lo de que las mujeres también nos relacionamos desde los complejos. Más que un análisis psicológico profundo, mi entrada pretendía ser una mirada a una literaturización minúscula de algo que es infinitamente más complejo: las relaciones entre mujeres y hombres. Pero para la muestra un botón: muchas mujeres tenemos un ego intelectual hiperdesarrollado porque tenemos un complejo paterno que te cagas, o somos Ateneas hijas del padre, o... etc. Y eso no más así sin pensarlo mucho. Que aquí nadie se salva.
      Eso para apuntalar un poco los cabos sueltos.
      Bienvenido a mi patio cuando quieras.
      Vic.

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  4. Siempre he pensado que hombres y mujeres somos iguales y que no le tengo que estar demostrando eso a nadie, los dos somos seres humanos casi siempre en una búsqueda de ser mejores y de ser amados.
    Es posible que ese hombre solo quiera una buena conversación, igual que tu; ver una gran película, igual que tu; ir al teatro, a una exposición de fotografía, igual que tu y no hacer los mil análisis del asunto para ver quien es el mas inteligente, el mas analítico o el mas..... de los dos, es simplemente estar, sin esa competencia que hoy me sitúa arriba pero mañana abajo eso es lo que cansa y yo personalmente lo veo como una autoagresion: como lo dije al principio no tengo por que demostrarle nada a nadie, simplemente ser.
    Si lo que necesitas es sentirte superior, lo que necesitas es un "tontito" y esos si no son para nada recomendables.

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    1. Querido anónimo:
      Gracias por leer y por comentar. me alegra tener por aquí otros puntos de vista. Aquí te pongo lo que me sugiere lo que dices,
      1. Tendría que pensarlo más pero en principio no estoy segura de que hombres y mujeres seamos iguales. Creo que somos infinitamente diferentes y que podemos relacionarnos como iguales sólo en el reconocimiento de esas diferencias. Como te digo, no estoy segura sobre esto , pero en principio, pensaría que ni siquiera en la búsqueda general por la auto mejora y el amor somos iguales, pues lo que eso es, las implicaciones e interpretaciones que tiene para cada individuo en particular pueden ser tan diversas, que no sé si se pueden meter en un sólo paquete.
      2. Sobre lo de simplemente ser, claro eso pasa. Aquí me enfoco en casos cuando pasan otras cosas. No creo que sean mutuamente excluyentes.
      3. Tocas un tema interesante, el de las mujeres que quieren ser superiores. Si este no fuera un blog literario, eso daría para postear eteeeernamente.
      Un abrazo,
      Vic

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  5. De nuevo hola vecina.
    Estoy a grandes rasgos de acuerdo con tus apreciaciones. Tampoco yo pensaba sentar cátedra, ni mucho menos meterme en meandros junguianos que llevarian a un mar demasiado extenso. Solo un apunte: el complejo paterno, que en algunos casos se concreta en lo que yo llamo la niña sobresaliente, o como tu dices, en la hija Atenea, es, en la mayor parte de las veces, el reverso del complejo materno de los hombres. En cualquier caso, Ateneas, Hermes, etcs, son arquetipos "pueriles" que inspiran y nutren en muchos sentidos, pero que en otros son un obstáculo que impiden un encuentro realmente humano, sea se, que propice un reconocimiento de todos esos niveles (sexual, emocional, mental y espiritual) de relación, reforzando sus puntos fuertes (sexualidad, intelecto, empatía emocional) para evadir el curro que hay que hacer (recurro de nuevo a la terminologia junguiana a la que pareces acostumbrada) en las funciones menos desarrolladas.
    Personamente, y despues de llevar mas de dos años con un blog que partió con el ingenuo objetivo de redescubrir que significa mi masculinidad, y se abrio a campos de lo mas diverso, creo que hombres y mujeres somos diferentes en muchísimos niveles menos en uno: ambos buscamos (de distinta forma) la integracion de todos los estratos (internos y externos) de nuestra psique. Y por mucho que lo niegue, al menos en mi caso, parece ser que nos necesitamos en esa tarea, porque el otro/otra nos facilita el acceso no solo al territorio de la complementariedad externa (que es en la que casi todo el mundo se queda cuando proyecta su oro en el enamoramiento) sino en la interna, que es la mas jodida de descubrir y construir. Luego hay un nivel trascendente y contingente a la vez (¿el Self?) en el que está todo a la vez desarrollándose y a la vez consumado. Pero este Self no exime la alteridad ni la diferencia del otro, sólo las conecta bajo una especie de propósito que la mayor parte de las veces esta velado bajo una nube misteriosa, que no se va ni aunque la mates a tiros.
    Y si, dejandome de rollos analíticos, a veces sólo apetece quedar para ir al cine, y reirse de cualquier tonteria. Lo cual no excluye nada de lo anterior. Tampoco el inevitable juego de poder que nos traemos los unos y los otros, sobre todo desde nuestra sombra. Y otras a la luz del sol como modo consciente de dinamizar relaciones "enquistadas o cristalizadas" en las que (casi) todo se da por sentado.
    Bien, parece que solo puedo dar mitins. Lo siento por lo enrevesado del comment, pero llevo tiempos (tiempos es mucho) pensando, sintiendo, sensando e intuyendo asuntos como este. Asi que me sirve de pequeña recapitulación.
    Un saludo, y gracias por el coffe. Ya echaremos otro para hablar de mundos arquetípicos y humanos.

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    1. Mira tú, que este sí no me parece un mitin,sino más bien la integración de todo lo dicho. Me encanta. Yo también he pensado bastante en estos asuntos y lo que dices me resuena bastante. Estamos de acuerdo, vecino querido.
      Abrazos,
      Vic.

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  6. Querida Victoria,

    Tus palabras, una vez más, me conmueven y despiertan, no únicamente de mi sueño que a estas horas ya toca, sino de mi letargo sobre el tema de género, que tiempo atrás me apasionó y movió a la acción. Nuevamente, gracias.

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  7. Querido Fran,
    que duermas un suenio lleno de mujeres sabias y hombres igualmente iluminados, y que cuando despiertes a ratos, sientas que es real porque lo que imaginaste en el letargo, es lo que eres.
    Gracias por leerme,
    Vick

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