viernes, 16 de marzo de 2012

Cuidado con los poetas

Que la creatividad y la sexualidad son ambas aguas de un mismo río es bien sabido. Escribir o pintar podrían parecer a simple vista actos de la mente, pero no lo son, son actos de la carne, del cuerpo insatisfecho que recrea su pulsión. Amor y creatividad mezclan eros y tánatos; el amor apasionado, como el arte, es cercano a la muerte y está teñido de una tendencia suicida a darlo todo hasta perder la vida. Por eso los amantes artistas son peligrosos. Has de tener cuidado con los poetas, con su sexo voraz que puede llevarte a parar quién sabe dónde y entonces ¿Qué harás perdido y con un cuerpo muerto al lado?

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo. Aunque no sólo del cuerpo insatisfecho, a veces con la creatividad la líbido logra llegar a un lugar que al que la sexualidad por sí misma no llega. Aunque esto es una parida, ya que todo acto creativo es un acto sexual, aunque no todo acto sexual es creativo. Sea como fuere, la sexualidad, no el sexo, impregna todo lo que hacemos. O sea, que la creatividad es sexualidad canalizada hacia algo mayor que si misma.
    En cuanto a la pulsión hacia la muerte que implica todo acto creativo,me temo que es inevitable. Pero se puede, puedo firmar esto con sangre,evitar ser poseido por los dioses, y mantener un pulso dialogante entre su poder creador/destructor y nuestra necesidad de seguir viviendo en un yo estructurado, sea, seguir navegando en un pequeño barquito, aunque se vea ridículo desde arriba, comparado con el océano plerómico en el que navega.
    La tendencia suicida también la conozco, y hay modos de separarse de su influjo sin mutilar por ello las fuentes de nuestra creatividad.
    Los amantes artistas (hombres y mujeres) son peligrosos si no han aprendido a mantener una relacion objetiva, no solo subjetiva, con los arquetipos/dioses/poderes con los que se indentifican, y pocos son los que se hacen a si mismos observadores de su propio drama. Por eso se vuelven (nos volvemos) insoportables. Cuando lo subjetivo y el "mi,me conmigo" se adueña y poser toda situación. Pero que encantadores que resultan, ¿no?. Al principio. El puer aeternus es siempre encantador, hasta que te das cuenta de que nunca crece. Y si te ves en esa tesitura, con un hermoso y palido cadaver al lado, con el que acabas de hacer el amor, cuan Ofelia, entiérralo, y dale las gracias a Dios por haberte librado de una buena.
    No sabía que tenia una compañera de piso. Me gusta tu casa, y la decoración, creo que tienes buen gusto. Como me queda cerca, me pasare de vez en cuando. Un saludo, vecina.
    Y sorry por el mitin.
    (y no, no soy un robot...Creo..)

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    1. Querido vecino,qué bien el mitín y todas las revoluciones que te den ganas en ésta mi casa, para eso es la literatura. En el sentido que dices todos somos peligrosos. Artistas o no, si nos quedamos enanos y relegamos a la oscuridad la conciencia, tendremos siempre doble filo, si señor.
      A mí también me gusta tu casa, llena de poesía y de psicoanálisis junguiano, dos cosas que me gustan y que juntas me gustan más. Yo me pasaré a pedirte azúcar (o sal, o alguna reflexión arquetípica) y aquí está siempre abierta la mía. Seas bienvenido.
      (yo soy un robot sólo a veces, algunos días que me levanto así...)

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