miércoles, 14 de marzo de 2012

Cómo se rompe mi corazón

A veces hay demasiado amor represado en mi corazón, bullendo, presionando los límites de su continente hacia afuera. Entonces ocurren una serie de eventos: Lo primero es que palpito muy rápido, lo segundo, que dejo de palpitar. Como mi corazón es una flor, un loto color perla-rosa quizás, al quedarse parado comienza a desgajarse pétalo a pétalo. Algunos pétalos incluso se rasgan entre medio siguiendo las formas de sus diminutos filamentos dentro y convirtiéndose en pequeñísimos fragmentos casi invisibles que a menudo luego se resisten a ser limpiados. Ya despetalado en su contorno, queda sólo un pistilo en pié, que también va perdiendo el vigor y se inclina arrugado y flaco, replegándose sobre sí mismo. Entonces el amor que estaba preso sale, explota y lo inunda todo como río que busca su objeto, un río cuyo único cauce es el llanto incontrolable propio de la ruptura de corazón.

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