lunes, 12 de marzo de 2012

Ambivalencia

Querido chico ambivalente que quieres jugar conmigo como gato, déjame decirte que entre tu sí y tu no hay, aparte de tu egoísmo, un corazón asustado que está deseando ser tu presa por lo menos por un buen rato. También hay mis ojos que te miran, mis manos que te buscan, y mis labios de miel y limón sonrientes y tristes de ratón. Te lo cuento porque no los has visto y entonces tengo yo que resolverte la duda: tú, chico que no sabes, si no es bien cerca, mejor bien lejos de mi madriguera, que tu ambivalencia me da frío y yo tengo calor para uno, pero no puedo sola calentar a dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario