sábado, 31 de diciembre de 2011

Si yo fuera Fuego

Si yo fuera fuego crepitaría en la madera haciendo 'crack-crack' ante los oídos atentos que se sorprendieran con cada crujido, o me deslizaría como llama azul imitando al mar sin tocarlo. También podría -y sería feliz en esta labor- calentar corazones fríos, entibiar personas desde adentro abrigándolas despacito, sigilosamente, hasta que sin darse cuenta les queme el espíritu de pasión incontenible y lleguen a amar sin límites y con coraje. Abrasaría y abrazaría de corazón a corazón, fundiendo las almas en una sola: en la mía.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Corazón dibujado

Sentados, desnudos, uno frente al otro. Se miraron los cuerpos y las almas vulnerables al frío. De cerca los ojos, cada pestaña, cada poro. Tomaron lápiz y papel y comenzaron a dibujar. Los dos con detalle y entrega, plasmaban sus corazones. Él pinto el corazón de ella lleno de habitáculos y lugares maravillosos. Se dibujó a sí mismo en un rincón y ella se conmovió tanto que en su corazón verdadero ese espacio se amplió, se dilató y creció. Lloró entonces, con el alma arrugada de belleza y de amor. Muchos años después aun llora porque aunque él ya no está, aunque ya no estén, aunque ninguno de los dos quiera o hubiese pensado siquiera que esto sería así, ese espacio se mantiene casi intacto dentro, tal como fué dibujado entonces pero más grande, sagrado e intocable.

Luces

Salieron de la tetería en el barrio gótico que él no conocía y que lo maravilló hasta el éxtasis. Dos buenos amigos relatando sus mundos internos en la semi-penumbra de una ciudad que no era la de ninguno de los dos. Al salir, sus almas infantiles se encontraron titilando al ritmo de las luces navideñas que en cada uno suscitaban recuerdos diferentes pero el mismo entusiasmo alegre que casi los llevaba a las lágrimas. Él le pidió a ella que se subiera a un andén para abrazarla en igualdad de condiciones. Rieron, y ya en estaturas menos dispares se despidieron agradeciéndose mutuamente haberse conocido, y venerando cualquier fuerza universal responsable por la combinación de circunstancias que les permitió encontrarse y separarse ahora más llenos. Sin saber si se volverían a ver alguna vez, al menos les quedó el amor compartido y el recuerdo colorido y poético de esa tarde para poder visitarlo cuando la nostalgia y la distancia exijan un reencuentro.

Importancia Personal

¿Para qué todo? ¿Para qué la escritura? ¿Para qué los amores? ¿Para qué el llanto, las deliberaciones, el quebranto? ¿Para qué todas las cosas que hago? ¿lo que he ambicionado, lo que amo, lo que he creído que soy? ¿Para qué la vida si no para darla a otros, para ofrecerla en colaboración con lo desconocido y lo incomprensible?

Descanso

Mango con sal, agua fresca, olor a cacao verde en la rama. Un aguilucho chilla el atardecer húmedo y caluroso. Sólo me hace falta un trozo de coco acaramelado con panela para endulzar el balanceo cadencioso de mi hamaca y entregarme al cielo en que aparecen una a una las estrellas.

Aroma

Tengo el olor de tu piel impreso en mis dedos desde que te di esa última caricia hace ya días. ¿Cómo es posible que se mantenga aún? Quizá entre los pliegues de mis yemas se ha quedado el almizcle y cuando lo percibo, mi mente se traslada a ese momento en que con ojos cerrados dejaste tu mejilla acunarse sobre mi palma. Era como si perteneciera allí, como si mis manos fueran su hogar, como si allí en ese instante estuvieras en casa.
Bajo la luz de este recuerdo toma sentido que tras los días retenga el aroma a ti. Ahora lo entiendo: todo hogar huele a su dueño.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Respirar

Abrir las costillas. Crecer. Expandirse. Esponjosidad. Volver a cerrar. Entumecerse. Recojerse. Retraerse. Uva pasa. El ácido que me corroe desde el centro encuentra su espacio. Se acomoda. Se moldea. Ya no estorba, no calcina. Plenitud. Dolor a fondo. Realidad.

Leer(me)

Leo las cosas que escribe Victoria Blanco, esa otra mujer, y me la imagino sentada en su porche con una manta blanca encima para guarecesrse del frío invernal. Me la imagino en otros reinos, otros ámbitos, una mujer con la forma de un corazón descarnado a veces, otras veces con la forma de una puerta inmensa o de un pez color naranja que agita la cola rápido o de una barita mágica. Yendo a través de sus textos siento un amor por ella que se me va despetalando como rosa de días. Entonces le quiero agradecer a la escritora por el bien que me hace, por ayudarme a vivir cuando creo que no puedo, por ayudarme a morir cuando siento que debo, por ser el renacimiento de todo lo que en mí está estancado o tuerto.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Swing

Bailando Swing hay mujeres que lucen como si fuesen doradas y emanaran tal luz, que el hombre que las lleva se hace invisible. No importa qué hombre sea, ellas siempre brillan por encima de él, o acaso le hacen brillar con sus destellos caritativos. Pareciera que gozaran, que disfrutaran la danza, que fueran joyas o animales exóticos. Yo en cambio, no veo la danza exactamente como un placer ni como un gozo, pero me hace feliz, tanto que creo que más que serpiente parezco una chispa, cáustica y traviesa, saltando por encima del refresco gaseoso. Sin seducción, más niña que mujer, completamente pueril ¡soy pura alegría!

lunes, 5 de diciembre de 2011

Exilio

La mayoría de la gente no sabía dónde quedaba el país del que venía. Su acento era claramente soviético, pero la Europa del este siempre fue un misterio para los habitantes de este lado de los Pirineos. Ganaba su dinero honradamente haciendo la limpieza en casas ajenas y cuidando niños mestizos, que no caucásicos, como ella. Esto lo sabía bien porque en su país era maestra de escuela, una de las buenas. Mujer culta, sabía de todo un poco; cuando las personas que contrataban sus servicios se dejaban atrapar por su búsqueda de conversación intelectual, pronto se avergonzaban de su poca cultura general. Algunos incluso compensaban por ello recalcándole su pobre castellano o su avanzada edad.
Era viuda y protestante fundamentalista -en sus propias palabras-, y a veces se entristecía mientras limpiaba alguna bañera antigua ya amarillenta, recordando aquellas en que su madre la sumergía hacía ya tantísimos años. Se le escurrían las lágrimas en silencio al ver que su nostalgia de patria estaba tan curtida como la superficie que fregaba y que no había lejía que sacara la mancha que dejan en el alma los años de exilio.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Nubes y Koalas

Los koalas son nubes negras que se cansaron de llover y decidieron volverse oso para dormir todo el día abrazadas a las ramas de árboles altos. Así lo designaron cuando se aburrieron de que las personas bajo ellas denigraran del agua que rociaban y se pusieran siempre de mal humor al escuchar las gotas caer sobre el asfalto. Pidieron entonces que se cambiara su destino y los dioses, piadosos, lo concedieron. De esta manera, cuando antes una nube trocaba un día bueno en uno malo, una vez convertida en koala puede cambiar un día malo en uno bueno. Está científicamente medido y divinamente garantizado que no hay quien pueda resistir la sonrisa frente a la perezosa figura de un koala que se aferra a la vegetación.

Mar

Voy a decir lo que verdaderamente pienso del mar: que es feo. Un montón de agua revolcada. ¿Qué tiene de bonito eso? Y el sabor que tiene, y el olor a pescado… Ya sé que todo el mundo considera el mar hermoso, digno de eterna contemplación, y que de hecho es un paradigma de la belleza. Para mí no, al menos no en su extensión turquesa y sinuosa. A mí lo que me hace realmente admirarlo es imaginarme a Medea inerte, siendo balanceada repetidamente contra la arena en la orilla.
Así soy con todo. Sólo la muerte le da belleza a las cosas ordinarias.

jueves, 1 de diciembre de 2011

No me leas

No quiero que me leas porque no quiero que escuches lo que tengo que decir. He lavado ya las calles de la ciudad con la punzada envenenada. Te he metido, te he sacado, te he mirado, te he ignorado pero aún sigues prendido y doliendo. ¿cómo te sano? ¿cuándo dejarás de matarme la sonrisa? No puedo escribir mi novela porque tengo la pluma congelada en tu tiempo que es viejo y ya ha pasado.